O el precio del silencio
¿A
qué profundidad se puede enterrar un sentimiento para mantener un
discurso interno coherente con el paso del tiempo? ¿Años? ¿Décadas?
¿Toda una vida? Experimentar el desasosiego de descubrir que se han
tomado las decisiones equivocadas, encarar esa terrible pérdida,
reencontrarte con ese sufrimiento, tomar el té con él y marcharte
sin modificar el gesto. No se me ocurre una mejor definición de
drama.
Ese
nudo en la garganta que la circunstancia no te permite desenmarañar.
Una lástima. Otra vez esa sensación de estar cerca de hacer algo
verdadero por una vez en la vida y otra vez el desencanto que sucede
al fracaso, acrecentado por un deseo alimentado durante años.
¿Así
es la vida? Así de puta puede llegar a ser.
"Lo que queda del día" (James Ivory, 1993) cuenta la historia del
Sr. Stevens, un impecable mayordomo al servicio de Lord Darlington (James Fox) durante el periodo que separa a los dos grandes conflictos
bélicos del s. XX. La historia se nos narra a través de dos hilos
conductores que se entrelazan. El primero de ellos nos sitúa a
finales de los años '50 cuando el Sr. Stevens realiza un viaje de
reencuentro con su propio pasado, y el segundo es un largo flashback
que nos relata la vida en la mansión inglesa durante el período de
entreguerras a través de los ojos del mayordomo y su ama de llaves.
Como telón de fondo se asiste a importantes reuniones diplomáticas
en las que se dilucida el futuro de Europa y del mundo.
Ivory nos ofrece una realización tan elegante y contenida como el propio personaje protagonista. Narrada con gran pulso, las historias presente y pasada se funden en el momento adecuado para generar un clímax que resulta natural, nunca impostado. La cinta cuenta, además, con la fantástica banda sonora de Richard Robbins que genera una atmósfera de incertidumbre muy lograda y subraya con acierto los momentos cumbre.
Ivory nos ofrece una realización tan elegante y contenida como el propio personaje protagonista. Narrada con gran pulso, las historias presente y pasada se funden en el momento adecuado para generar un clímax que resulta natural, nunca impostado. La cinta cuenta, además, con la fantástica banda sonora de Richard Robbins que genera una atmósfera de incertidumbre muy lograda y subraya con acierto los momentos cumbre.
Miss Kenton y Mr. Stevens |
¿Qué
ocurre cuando el "lenguaje" aprendido no está habilitado
para expresar sentimientos? ¿Cómo se cuenta una historia de amor a
través de personajes que sólo conocen ese "lenguaje"?
"Lo que queda del día" es una muestra única. Consigue manifestar torrentes de pasión a través de un silencio, una palabra no dicha, una mirada esquiva o una mano huérfana. Es la sublimación del subtexto.
"Lo que queda del día" es una muestra única. Consigue manifestar torrentes de pasión a través de un silencio, una palabra no dicha, una mirada esquiva o una mano huérfana. Es la sublimación del subtexto.
La
abdicación sentimental del protagonista en pos del deber engarza con
la renuncia a la defensa de una ética individual en el terreno
político del que es testigo directo. Una autonegación en ambas
esferas que con la perspectiva del tiempo termina por hacer mella en
su conciencia.
A lo
largo de la cinta queda patente la idea de que arrastramos nuestras decisiones durante toda la vida, que no hay posibilidad de desandar lo
andado y que sólo queda reconciliarse con uno mismo o padecer. La
madurez y el paso del tiempo le ofrecen al protagonista la posibilidad de aceptar los
propios errores y absorberlos. Lo más amargo del drama – y también
lo más digno – es agachar la cabeza, reconocer aquello que no supo
hacerse y seguir adelante. Lo que queda de vida se puede caminar con ese halo de integridad que te proporciona el autoconocimiento, pues la
constatación de una intuición larvada es siempre un desahogo.
El
epílogo simbólico de la cinta supone un ejercicio de estilo que, en
opinión de un servidor, la corona como una de las obras
imprescindibles de los '90.
Emma Thompson es Miss Kenton |
Christopher Reeve es Jack Lewis |
James Fox es Lord Darlington |
Una película muy buena, la cual la he visto varias veces.
ResponderEliminarUn saludo
Es genial, Mari-Pi-R. Para revisarla de vez en cuando, desde luego.
ResponderEliminarGracias por comentar.
Un saludo.
Fantástica película y fantástico análisis. Volvería a verla una vez más.
ResponderEliminarUn saludo