sábado, 8 de diciembre de 2012

Lars von Trier

O la soledad del paria

Esperpéntico, ególatra, pretencioso, misógino, altivo, revolucionario, provocador, fraude absoluto, genio absoluto...Probablemente nada de ello, y posiblemente todo ello y más.
Lars von Trier es un director ensimismado con su creación, de cuyas palabras no puede deducirse nada medianamente lógico, especialmente si tiene el día juguetón. Es por esto que tanto detractores como defensores se mueven también entre el castigo extremo y la alabanza desproporcionada. La única forma de disfrutar sin reservas de la obra de un autor esencial como el danés es abstraerse de ese personaje caprichoso e infantiloide que se ha reservado para sí mismo. Aun siendo tremendamente - sospecho que también intencionadamente - contradictorio en sus declaraciones, su cine deja entrever una cierta continuidad en lo narrativo, no así en lo formal, que nos permite acercarnos mejor al conjunto de su obra.

La filmografía de Von Trier se puede articular - a grandes rasgos - en torno a tres trilogías y una depresión. La primera de ellas es la trilogía sobre Europa - El elemento del crimen (1984), Epidemic (1987) y Europa (1991) - en la que el joven director da muestras de un profundo afán de experimentación. Destaca ésta última, un original retrato de la Europa de posguerra en la que resulta fascinante su dominio sobre los elementos que le ofrece el medio cinematográfico.
Desde el cine de sus primeros momentos ya se adivinan varias de las constantes del danés a lo largo de su carrera. La pretensión de controlar tanto la obra como lo que ésta transmite, una profunda necesidad de reinvención narrativa - y por encima de todo, formal - y un enorme pesimismo hacia el ser humano.
La segunda de sus trilogías - "Corazon dorado" - marca un antes y un después en su madurez como realizador. Se inicia tras la aparición de "Dogma 95", movimiento vanguardista que terminará quedando en agua de borrajas más por el incumplimiento de sus propios creadores que por su validez intelectual. Resulta más una pose que una verdadera declaración de intenciones. Con la estupenda Rompiendo las olas (1996), se produce una especie de ensayo de este nuevo tipo de cine que se verá reflejado de manera más rigurosa en Los idiotas (1998) y quedará reducido a cenizas con Bailar en la oscuridad (2000) donde Von Trier vuelve a reinventarse con una particular visión del género musical sirviendo como marco para un drama verdaderamente magistral que le valió la Palma de Oro en el Festival de Cannes.
En todas ellas, el director nos muestra una naturaleza humana hipócrita, despiadada y movida por el interés. Un desierto falto de empatía en el que, excepcionalmente, florecen seres llenos de honestidad que a pesar de su derrota social, alcanzan una victoria moral absoluta. Sus heroínas abundan en un martirismo de ecos dreyerianos llevado al exceso, en el que algunos han querido ver una misoginia casi patológica.
La condena del director danés a la sociedad actual es una condena sin paliativos. Rodea a sus heroínas de personas tan válidas y sensibles, como cobardes y débiles. Son una representación de la falta de esperanza y compromiso que transmite aquél que puede y no quiere. El danés le reconoce a la humanidad la capacidad pero le niega la voluntad. Esa interpretación maniquea de la conducta humana le lleva, a menudo, a forzar el comportamiento de sus personajes para resaltar sus miserias.

En este punto se inicia su trilogía sobre los Estados Unidos - "América, tierra de oportunidades" - que cuenta únicamente con dos cintas hasta la fecha - la tercera ni está, ni se la espera - porque Lars, amigos, es así de especial. Personalmente no me interesa demasiado si el director pretende dar una visión peyorativa sobre un país que ni siquiera ha pisado. Tampoco si Von Trier decidió iniciar una cruzada contra el Imperio, pero lo que si es cierto es que el resultado en su primera entrega - Dogville (2003) - es sobresaliente.
Y es sobresaliente porque la obra trasciende su intención inicial y deriva en un relato universal sobre el comportamiento humano en el que las Montañas Rocosas terminan por convertirse en una mera anécdota para dejar paso a lo esencial. Con una puesta en escena teatral y una narración de tono fabulístico, el "paria" se toma la revancha. Los últimos treinta minutos de Dogville tocan el cielo.
Su segunda y celebrada entrega - Manderlay (2005) - pierde, en mi opinión, el peso de la primera, resulta más irregular y deja menos poso a pesar de ser una propuesta interesante.
Y es entonces cuando llega el nubarrón, el danés cae en una profunda depresión después de rodar la interesante comedia El jefe de todo esto (2006) y a través de la bruma, emerge con un monstruo llamado Anticristo (2009), de una pulcritud visual insólita en su obra precedente, con momentos soberbios que terminan naufragando en un mar de referencias y simbolismos. Aquí el exceso se desata y termina por remover más estómagos que conciencias. 
Su última película - Melancolía (2011) - es seguramente su película menos personal en cuanto al riesgo de la propuesta, pero viene a constatar que el director danés no es un sabueso creativo de pega, sino un hiperactivo buscador de nuevas vías. Melancolía continúa la estela formal de Anticristo, la mejora y la lleva al terreno de la lírica con resultados más que notables. 

Lars von Trier ha demostrado ser, por todo ello, un director de sobrado talento con una personalidad desbordante y un estilo inquieto. Establece las premisas y modela las historias a su antojo para poder transmitir aquello que tiene en mente, sin importar demasiado el medio.
Es un tramposo genial. Pero, al fin y al cabo, todo discurso conlleva un argumento y todo argumento contiene una trampa.

Y Lars, hoy por hoy, es el rey del discurso.

Lars von Trier en el Festival de Cannes


5 comentarios:

  1. A mi Anticristo me pareció un pasote, como drama creo que es cojonudo,muy denso y depresivo, te sugestiona. Que en las formas sea excesivo...tal vez, seguro que sí, hay mucha gratuidad, pero creo que la historia funciona

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  2. A mi lo que me molesta de Anticristo es que tiene una primera mitad impecable, con ese pedazo de prólogo y esa presentación de personajes (impresionantes los dos actores, por cierto), que aunque seguro que te la convalidan con Psicología de 1º, se sostiene bastante bien. Pero luego, como anuncia el zorro parlante (mejor no comentar esa bufonada), comienza a reinar el caos y se desata esa tormenta de simbolismos bíblicos y violencia, y de una historia dramática con estilo pasamos a "El Marqués de Sade se va de camping". Y la transición me parece poco definida.

    Pero vamos, que entiendo que la peli guste e incluso entusiasme porque tiene miga y es lo que tu dices, te agarra y no te suelta.

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  3. Otra cosa que no comento en la entrada es la capacidad de este tío para exprimir a los actores y sacarle lo mejor de lo mejor en sus papeles.
    No digo que el mérito sea todo suyo, pero los papeles de la Watson, Bodil Jorgensen, Björk y hasta la Kidman, son canela de la buena. Los dos últimos de la Gainsbourg qué te voy a contar.
    Y esa cantidad de secundarios que dan el callo en todas sus pelis.

    Dicen que Björk escribió a Kidman para que no trabajase con él y le dijo: "Te va a robar el alma" jeje

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  4. ... y trastornado con la realidad. Ese para mí, es el adjetivo que falta en tu primer párrafo, y, tal vez, el que más influya en su obra. Este trastorno, en gran parte originado por el hecho de descubrir que su padre no era su padre biológico, sino que su madre, eligió a un semental con "buenos genes artísticos" para fecundarla, le llevo a ingresar por primera vez en un psiquiátrico con 11 añitos. Esto y su educación ultralibertaria fuera de lo convencional, es en mi opinión, lo que mueve toda su creación (creo que su obra más personalista es "los idiotas", película que a pesar de tener un argumento genial solo es conocida por su "orgía dogma"). No creo que este señor sea un tramposo que maneje las historias a su antojo para obtener el resultado que quiere, creo que llanamente es así como realmente él ve la vida.
    El resto de actuaciones cuando no tiene una cámara en mano (no sólo es director sino que además es camarógrafo) se debe a ciertas dosis de marketing y a muchas de provocación y un carácter ciertamente ególatra (siendo un director nobel llegó a menospreciar e insultar a Polanski por no concederle la Palma de Oro con "Europa").
    Como ya te he dicho muchas veces creo que infravaloras "Manderlay". Es muy difícil ser la continuación de "Dogville", lo sé. Formalmente puede resultar demasiado reincidente y cansina. Pero es una película que si la ves sin tener en cuenta que pertenece a una trilogía - donde "Grace" no es una sublime Nicole Kidman sino una mediocre Bryce Dallas Howard- resulta ser la película de Trier con un mayor peso intelectual y moral. No entiendo como dices que "deja menos poso".

    Y como sabes, me he quedado estancado en su obra con Anticristo, la cual no soy capaz de ver yo sólo y nadie quiere verla conmigo. Con lo cual no puedo opinar acerca de la evolución estética en su obra. Sólo decir que es de esperar que en un hombre con una inquietud artística como él. Un hombre capaz de innovar y hasta crear un subgénero nuevo para después destrozarle. Un hombre que abandona a lo que podría ser una de las mejores trilogías porque no se ve preparado para llegar al summum. Un hombre capaz, que en definitiva, es para mí, el mayor genio que existe actualmente en cuanto al séptimo arte se refiere.

    "me siento un danés melancólico que se masturba a las espaldas de la industria cinematográfica" (sic). Lars Trier.

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  5. jajaja qué pasa Luis Miguel, bonito pseudónimo.

    Pues si a casi todo. Trastornado, puede. Pero los niveles de trastorno sólo los conoce él. Niños adoptivos criados en comunas hippies incapaces de hacer "Anticristo" debe de haberlos a patadas.
    Lo del psiquiátrico es más una percepción que una realidad porque he leído que se trataba de una especie de internado, que él siempre ha asociado negativamente con la claustrofobia.
    Está claro que el colega es un tipo "especial", con sus traumas de niñez, pero no veo una especial relación entre esos traumas y lo que nos expresa con su cine. No creo que ese pesimismo hacia el ser humano le venga de unos padres comunistas, nudistas y de una temporada en una residencia hospitalaria.

    Creo que, como todos, tiene una visión propia del mundo, y la lleva a la pantalla con su personalísimo estilo y su afán de reinvención.

    De "Los idiotas" no recuerdo la orgía dogma, pero no se me olvida cierta hostia dogma jeje.
    Me parece su obra más rupturista en la forma, pero ni de lejos la mejor. La más personal no sé, porque no le conozco. Yo creo que la que más habla de él como persona es "Melancolía" y que por eso no le gusta.

    ¿Manderlay? También es muy difícil ser la continuación de "El Padrino" y cuando se hace bien, se hace bien.
    La propuesta de decorado ya no sorprende, el casting es infinitamente peor, no sólo en Grace. Y la historia me parece que tiene menos peso, que es menos universal, que está peor contada y que no acaba en alto. Con lo de poso me refiero a que no me deja, ni por asomo, la mitad de huella que me deja Dogville.

    ¿Washington? Como sabes yo casi prefiero que no la haga. Su pretendida trilogía sobre América me parece fallida. No veo a América por ningún lado, sólo como contexto, como escenario.
    "Bailar en la oscuridad" me parece cien veces más crítica con U.S.A. que "Dogville" o "Manderlay", y sin pretenderlo.

    Y sobre su actitud ante los medios, pues me parece más ruido que otra cosa. ¿Qué ocurriría si mantuviera cerrada la boca y no concediera entrevistas como hace por ejemplo Malick (sin tener nada que ver el uno con el otro)?
    Pues que ahí estaría su obra y no estaríamos hablando de su niñez ni sus caprichos, ni de su padre biológico. Y posiblemente se ganaría menos detractores.
    Yo la cita la he leído así: "Un melancólico danés masturbándose en la oscuridad ante las imágenes de la industria del cine"
    Y no sé qué coño significa jeje

    Me parece uno de los más grandes actualmente, sin lugar a dudas.

    ¡Un abrazo!

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