jueves, 24 de marzo de 2011

La princesa Mononoke


Nunca he sido muy de cine manga (o anime, todavía no me ha quedado claro), es más, me parecía cosa de niños o frikis. Con ello no quiero justificarme ni ser tan pretencioso como para vender objetividad. Más bien al revés, es la mirada de un profano en la materia que ha visto con escepticismo su primera película manga y le ha sorprendido gratamente. Esto no significa que me guste el género, claro está, de hecho me sigue costando un mundo sentarme a ver alguna, pero sí reconozco que, si rebuscas bien, puedes encontrar buena materia prima.

Para andar sobre seguro, busqué información sobre quien era el director con más prestigio dentro del mundillo y, entre algunos autores que ahora no recuerdo, surgía con fuerza el nombre de Hayao Miyazaki. Como el  quid estaba precisamente en apostar a caballo ganador, me decidí por él y una de sus películas mejor valoradas en Filmaffinity, La princesa Mononoke (1997), y ¡algo tendrá el agua cuando la bendicen!. Ashitaka, príncipe Emisi, ve como un jabalí endemoniado arrasa todo lo que encuentra a su paso y hace peligrar la paz en su aldea. Le dará muerte, pero sufrirá una herida que le causará una terrible maldición, por lo que deberá partir en solitario al lugar de origen del jabalí para encontrar una cura.

Unos bichitos muy salaos que aparecen en la peli
Estos primeros trazos apenas nos dan una vaga idea de la fábula ecologista que Miyazaki irá moldeando, una historia imperecedera sobre la destrucción humana de la naturaleza, capaz de transmitir de un modo muy sui generis el espíritu de las novelas de London o Kipling. El hombre, en su afán de enriquecimiento, y lejos de conformarse con lo necesario para su subsistencia, explota los recursos que le ofrece la tierra hasta el agotamiento, arrasa bosques, esquilma caladeros, seca ríos y socava yacimientos. Entonces, las fuerzas de la naturaleza se unen contra la falta de convivencia humana, lo salvaje surge con fuerza dando un golpe sobre la mesa, a sabiendas de que el colmillo y la garra no bastan ante el metal de las armas del hombre.

Es una historia bien narrada, con un particular misticismo que profundiza en ese sentimiento ecológico dándole otra dimensión, y de gran poderío visual, contiene excelentes escenas como la muerte del jabalí del inicio que, intuyo, son marca de la casa, y una galería de personajes a cada cual más pintoresco, como el espíritu del bosque y Okkotunoshi, el dios jabalí. Al que Miyazaki le sea familiar, puede que le resulte obvio ensalzar a La Princesa Mononoke, pero no por ello puedo dejar de terminar la entrada diciendo que es una gran película y no me dejó indiferente.

7 comentarios:

  1. Gran película. Yo me la vi creyendo que era algo parecido al viaje de Chihiro y después del descoloque inicial me gustó mucho más.

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  2. Anda! Pues no la tienes votada en filmaffinity pillastre! Eso hay que remediarlo.
    He visto hace poco la de Chihiro y no me ha gustado tanto, como más surrealista, pero muy buena también

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  3. A mí sin embargo me gustó más "El viaje de Chihiro" que ésta :)

    Por cierto, la diferencia entre manga y anime es más sencilla de lo que pueda parecer: manga es el nombre que se da a los cómics japoneses, mientras que anime es la animación, una película animada. Muchas veces los animes están basados en mangas, de ahí la confusión.

    saluditos!

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  4. Ups, se me pasaba contestar este comentario :)

    Gracias por la aclaración Lillu, eso fue exactamente lo que me explicó un amigo después de escribir la entrada. Antes yo confundía los términos, incluso pensaba que el anime eran las pelis más infantiles y el manga las más violentas. Je, vete a saber porqué!

    Un saludo!

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  5. El anime está lleno de maravillas, te lo dice una fan del género, y Miyazaki es toda una institución. Sus películas son mágicas y apelan a algo de nuestro interior que no se muy bien explicar, "El viaje de Chihiro" por ejemplo tiene esa fantasía que tanto nos atraía de niños y que después al crecer dejamos atrás, el descubrimento de lo maravilloso, donde no hay nunca ni buenos ni malos (una constante en su filmografía) y hay sorpresas en cada esquina.
    Recuerdo haberla ido a ver con mi madre al cine, y salimos las dos encantadas (ella mas que yo, creo).
    Otro autor al que quizás también quieras echar un vistazo (ya que estás) es Satoshi Kon, recientemente fallecido, su imaginería (y surrealismo) no tiene límites.
    Y claro está, no hay mayor peli de anime que "Akira" de 1988, la obra de culto mas venerada y con mas seguidores, un film de ciencia ficción, lleno de acción y misterio, con una anmación exquisita, no ya para su época, sino comparándola con las obras actuales, Katsuhiro Otomo adaptando su propio manga.
    Saludos.

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  6. Bienvenida Marguis!.
    Entiendo lo que dices, esa fantasía y esa ausencia de maniqueísmos a la que haces referencia se percibe muy bien en El viaje de Chihiro, aunque me dejó un pelín frío la historia, porque las situaciones ocurrían de manera deliberada y sin mucho sentido, no sé, no es mi estilo. Quizás fuera esa la intención, que las cosas sucedieran como en un mal sueño y nos sintiéramos angustiados. Aún así tomo nota y te agradezco tus recomendaciones, de Akira me han hablado fenomenal, y sera la siguiente que vea.

    Muchas gracias por comentar y hasta la próxima!

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  7. Este film es realmente maravilloso, junto a La increíble historia del castillo ambulante, son mis dos animé de cabecera y como dice Marguis, es un género que tiene muchas grandezas. Yo luego de seguir Heidi toda mi niñez siempre me vi atraída por el animé, claro, pero no soy tampoco super fanática ni mucho menos erudita sobre este jejeje. Pero el viaje de chihiro también me dejó media fría, lo reconozco, me gustó mil veces más esta y casi a la par la del castillo que si bien tiene mucho tinde de magia la historia es un poco más lineal (por decirlo de alguna manera) que el viaje de chihiro.

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